lunes, 12 de diciembre de 2016

Soy de esas


Yo soy de esas que ponen el parche antes de que salga la herida, de esas que prefieren herir antes de que la hieran. Soy de esas que te pide que te quedes, que no te vayas aún cuando yo estoy planeando el momento de la huida. Soy de esas que destruye todo lo que hay a su paso antes de que la destruyan y de esas que llevan tatuajes en el cuerpo pero con palabras peculiares como vida, sobreviví y superación. Soy de esas que prefieren ver las estrellas una noche de verano cualquiera antes que salir de fiesta. Soy de esas que prefieren lo malo conocido a lo bueno por conocer, de esas que le temen al compromiso, al amor. De esas que se enganchan al tonteo para sobrevivir o mejor dicho para vivir. De esas que se quejan cuando todo acaba aun sabiendo que el motivo es el mismo por el cual teme al compromiso  y es la falta de valentía.

Lo que me falta es valor, para entregárselo todo a alguien, confiar ciegamente en esa persona aun sabiendo que cualquier día se puede ir y te puede dejar hecha pedazos, echa aun más ruina.  También falta por la otra parte un par de cojones para apostar por mí, para creer que esta vez no voy a arrasar con todo y que me pueda convencer que puedo destruir al miedo y tener valentía.

Te aseguro que soy una mujer en ruinas pero dicen que las ruinas son lugares preciosos, ven y descúbreme.
- Noelia Maestre

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Nos culpo.

Este relato lo podéis encontrar en el siguiente enlace:

http://www.elmagacin.com/relato-nos-culpo/

Espero que os guste como el resto de textos que hago.

un abrazo y miles de gracias sin vosotros nada de esto sería posible.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Ya no te permito regresar.


Como sabes bien las noticias vuelan y en cuestión de días me entere que ya no estás con tu supuesto gran amor. Sé que llegaste a pensar que ella podría hacerte más feliz que yo, por eso me dejaste para poder hacer una vida con ella. Y así me dejaste de la noche a la mañana, te mentiría si te dijera que no me alegro de que lo vuestro haya terminado, de que estés sufriendo una desilusión, porque al final de cuentas estás viviendo tan solo una pequeña parte del dolor que sufrí yo contigo, pues vuestra relación fue de meses y la nuestra de años.

También me llegó que me echas de menos y quisieras regresar conmigo, pero amor, lo siento mucho en mi corazón ya no hay hueco para ti. Para ser sinceros en estos meses te eche mucho de menos, pensaba todos los días en ti y llegue a creer que recibiría algún mensaje diciéndome que te habías equivocado pero nunca llego y eso que lo espere demasiado. También esperaba que esto fuera una pesadilla y que un día me despertaría y me diera cuenta que solo había sido un mal sueño pero no, no era un sueño era una realidad.  Me tire meses pensando que había hecho mal porque te habías ido de mi lado, cuando menos me lo esperaba. Busque respuestas a mis preguntas y no recibí ninguna contestación por tu parte.

Mentiría si te dijera que no te quiero, porque nunca he dejado de hacerlo, dejaste una huella imposible de borrar pero he visto como alardeabas de ella delante de mí, y he vivido situaciones sin sentido como subir fotos con ella a las redes sociales días después de haberme dejado, o besarte con ella delante de mi presencia, te lo podías haber ahorrado ¿sabes? Me hacías daño y creo que nada de lo que hiciste me lo merecía cuando yo siempre te había tratado bien.

Si hubieras decidido volver antes quizás tan solo quizás me hubiera planteado el que esto solo hubiese sido una pausa en el camino pero ya no, ya es demasiado tarde para volver. He aprendido a vivir sin ti, ya no te extraño ni lloro tu ausencia.  No te culpo del dolor que sufrí, puesto que cada uno es libre de elegir su camino  y por eso hoy elijo no dejarte regresar. Me dolió pero aprendí,  aprendí muchos cosas como que no quiero a alguien que me use de comodín o que no quiero a una persona que se tenga que ir para saber todo lo que valgo.


- Noelia Maestre

lunes, 17 de octubre de 2016

He vuelto a recordarte.


Hoy, es un día de esos en los que te levantas y se te viene todo el mundo encima. Hoy, es un día de esos en los que no tienes ganas de hacer nada y te pones a pensar. Hoy, es un día de mierda igual que los que viví cuando decidiste partir. Hoy he vuelto a pensar en ti y he vuelto a romper la promesa que me hice a mí misma. Hoy la he vuelto a romper después de mucho tiempo sin hacerlo y me he prometido otra vez más que no pensare más en ti, que no llorare ni una sola lágrimas más, y me jode el saber que lo volveré hacer, que la volveré a romper y me lo volveré a prometer.
Y es que no puedo evitar pensarte. Pensé que lo de olvidarte sería más fácil, que en cuanto se fuera tú olor de mí ropa y sabiendo que no te volvería a ver, todo iba a ser más sencillo pero ya me he dado cuenta de que no. Que no consigo olvidarte. Te echo de menos ¿sabes? Echo de menos mirarte a los ojos y ver como brillan, echo de menos ver tu sonrisa, echo de menos el sabor de tus labios, el roce de tu piel en mi piel, tu colonia, echo de menos lo feliz que era contigo, echo de menos nuestros momentos, echo de menos nuestras risas, nuestros piques, nuestras cosas… echo de menos tantas cosas de ti, de nosotros.

Me jode no poder olvidarte, no poder ser la que era, ser la chica con una sonrisa en la cara siempre pasara lo que pasará. Ya no quiero ser la que soy, quiero ser la que era contigo, porque contigo todo era mejor, porque nosotros siempre nos hacíamos reír y ahora ya no sonrió. Nosotros siempre superábamos todos nuestros problemas aunque nos enfadáramos y nos tirásemos días sin hablar pero siempre los superábamos. Nosotros éramos uno y ya no soy ni media. Te fuiste y te llevaste parte de mí.  Hoy, he vuelto a pensar aquel día en aquel dicho bar ¿recuerdas? Éramos tan felices… hoy me ha tocado pensar en ese día y aunque no quiera recordarte, sé que lo volveré a hacer.
- Noelia Maestre.

viernes, 7 de octubre de 2016

Esto es lo que quiero y no voy a parar hasta conseguirlo.

Siempre había soñado con un amor de cuento, un amor de princesas y príncipes. Un cuento en el cual el príncipe vaya detrás de la princesa para traerle el zapatito de tacón que lo había perdido. Siempre había querido que todo el mundo pensara que nosotros éramos la pareja perfecta y que no había mejor yerno para mis padres.
Pero he crecido y he aprendido que hay princesas que no llevan tacones y que hay príncipes que no corren detrás de las princesas simplemente no dejan que se vaya. 
Yo no quiero un amor de cuento, yo lo prefiero real. Quiero a mi lado alguien que cuando este triste me haga cosquillas para que me ría, alguien que cuando quiera salir corriendo, me pare y no me deje tirar todo por la borda y que solo me deje irme si realmente lo deseo. Quiero alguien que me trate como una princesa igual que yo lo trato como un príncipe, y que nunca se  por vencido. Quiero una persona que le importe todos los días y no solo cuando este aburrido. Quiero que seamos uno, pero con nuestro espacio – que si no me agobio-, quiero que salgamos juntos,  y otras veces salgas tú con tus amigos y yo con los míos.
Quiero que sigas teniendo tu vida, porque si algún día decido irme o tú decides irte, podamos seguir con nuestras vidas. Yo no quiero un hombre perfecto para mis padres, lo quiero para mí. No quiero que la gente piense que somos una pareja perfecta porque ninguno de los dos lo somos, más bien yo creo que somos bastante imperfectos pero bastantes reales. Y eso es lo que yo quiero y no voy a parar hasta conseguirlo.
- Noelia Maestre



miércoles, 28 de septiembre de 2016

Siempre vuelves a mí.


Vienes, te vas, vuelves a venir y te vuelves a ir.  Y así pasan los meses entre tú, yo  y muchas otras. Vienes me dices que me quieres que nunca debiste marcharte, te quedas un tiempo y te vas. Te vas como si nada, estas con otras un par de meses y vuelves a mí diciendo que me has echado de menos, dices cuatro palabras bonitas que me creo, me besas nos besamos y todo comienza de nuevo.Te vuelves a ir y lloro por tu ausencia.
Y lo malo no es que vuelvas si no que te permita quedarte aun sabiendo que has besado a muchas otras y siga pensando que puedo cambiarte. Ojala fueses como los primeros meses, ojala te dieras cuanta todo lo que hice por ti, todo lo que te ayude  y todo lo que quiero. Cuando todo va bien te vuelves a ir, dices que no te importo una mierda y que con otras todo es mejor. Entonces ¿porque vuelves a mi?
Cuando te cansas vienes me dices que lo sientes, que no lo pensabas y que ellas no son yo. Claro que no son yo, ellas  no aguantan tu mierda como lo hice yo y lo peor de todo es que te quiero cambiar, quiero que dejes de ser el tipo en el que te has convertido y creo que lo puedo conseguir cuando ni tú mismo quieres ser el que eras antes.
Hace un par de días que me he dado cuenta que ya no vas a jugar conmigo, que has perdido chaval. Que no veas como duele el tener que soportar todo esto, que te vayas y vuelvas.Que no me compensa que vuelvas, estemos un par de meses bien y te vuelvas a ir dejando todo patas arriba. Que parece que soy gilipollas por pensar que me querías, por creer todas esas palabras que me decías, por llorar tu ausencia y pensar que he hecho esta vez mal para que te vayas, cuando en realidad yo nunca hice nada para que te marcharás. Que te ibas porque te daba la gana y sabias que yo siempre te espera. Vuelve, vuelve si quieres pero ya no te permito quedarte.
- Noelia Maestre.

martes, 20 de septiembre de 2016

Jugué con tus sentimientos.


Sé que con mi indiferencia te hice daño y supongo que te debo una explicación. 

Creo que no estuve preparada para enfrentarme de nuevo al amor, en el pasado me hicieron demasiado daño y para ser sinceros tengo miedo, miedo a que me vuelva a pasar lo mismo, ya que me dejaron con una autoestima tan baja que ni se me pasa por la cabeza empezar otra relación.

Supongo que soy como el perro del hortelano que ni come ni deja comer, no quiero que estés con otra pero tampoco te doy la oportunidad de estar conmigo. Realmente quiero pedirte perdón pues se que fui una egoísta, no tuve en cuenta tus sentimientos, solo me preocupe de mi, de que tú me dieras la vida, me sacarás aunque fuera un poquito del pozo en el que andaba metida, pero es lo que he aprendido a lo largo de mis relaciones que si no miras por ti, nadie más lo hará y ojala que algún día deje de ser la persona en la que me he convertido, una persona fría y sin escrúpulos.

Sinceramente pensaba que tú podrías conseguir sacarme totalmente de el pozo y me convertirías en la niña dulce que hace años conociste pero a la vez tenía demasiado miedo, por si tú también me hacías daño y destrozabas aun más los trozos de mi corazón y tampoco quería que derrumbaras la fachada que tanto trabajo me costó levantar. 

Así que gano el miedo y con él nos jodí a ambos, a ti por dejarte seguir detrás de mi aun sabiendo que lo nuestro a día de hoy no podía ser y a mí por no ser valiente y arriesgarme, a lo mejor realmente tú si que conseguías que volviera a ser la que era, esa que deseo con todas mis fuerzas todos los días que vuelva.

No se querer si no es a mi manera. Tenía que huir para evitar mi autodestrucción y al final te destruí a ti. Lo siento y espero que puedas perdonarme.
- Noelia Maestre.

lunes, 5 de septiembre de 2016

No me merecías.


Echo de menos ese silencio. El silencio que calla y que no inquieta. Echo de menos encontrarte en cada esquina. Echo de menos pasar noches acurrucados en la cama, con ese silencio que nos hacía pensar y creer que nosotros estábamos hechos el uno para el otro.  

Amor porque decidiste cometer aquel “desliz” por llamarlo de alguna manera. Éramos tan, pero tan felices o al menos eso pensaba yo. Ojala pudiera volver atrás y no dejarte salir esa noche. Pero pensándolo bien ya eres mayorcito para ser consecuente de tus actos y supongo que si no lo hubieses echo esa noche lo habría hecho cualquier otra.

Lo que más me dolió fue no enterarme por ti, pero que ilusa fui, yo sabía que algo raro estaba pasando porque no actuabas como solías hacer.


Este tiempo he pensado que todo lo que paso fue porque yo no te merecía, porque para quererte yo no estaba a tu altura, que jamás podría darte lo que tú me pedias. Pensé que no te merecía, que alguien como tú no podías estar con alguien como yo.


 ¿Cómo cambie eh? Maduré de repente, cambie mi forma de vestir, de hablar y hasta adelgacé. Me convertí en la persona que a ti te gustaba y aun así no te merecía, o eso creía. En cambio tú, tu seguías siendo aquel chico infiel, que le daba igual estar con una, con otra, o con varias. Jamás cambiaste nada de ti.

Realmente me culpé a mi por tus actos indecentes, pero la culpa solamente la tienes tú, por no saber valorar a la persona que tienes al lado, por no importarte cambiar una relación por un polvo, y no, no es que yo no te mereciera, es que tu no me merecías. No merecías que estuviera pendiente de ti las 24 horas del día, que hiciera todo lo posible para estar juntos. No merecías que te diera lo mejor de mí. Ahora me arrepiento ¿sabes? No debí de cambiar nada de mí, pero ya somos los dos mayorcitos para hacernos cargo de nuestros actos.
- Noelia Maestre

martes, 9 de agosto de 2016

Hace tanto tiempo que te espero.


Hace tanto tiempo que te espero, que ya he perdido la cuenta de los días, las horas, los minutos y los segundos. El reloj se ha parado- se quedo sin pila- y el calendario ha terminado. Han pasado los días, los meses incluso ya paso el año. Ha vuelto el invierno y tú no estás. No estás para arroparnos con la manta, ni para tomar chocolate con churros en medio de la plaza mayor. Tampoco estas para besarnos bajo la lluvia, ni mucho menos para ir a Navacerrada a esquiar. Y es que ha pasado tan rápido el tiempo que ni me di cuenta. La última vez que te vi sonreír fue en invierno, nos despedimos con dos besos, con promesas que prometimos cumplir, y con la frase de “nos vemos pronto, te lo prometo”. Y nos fuimos tan contentos sin darnos cuenta de que probablemente fuese la última vez que nos volviésemos a ver, que ya no iba a ver más besos, y que las promesas no se iban a cumplir. Supongo que yo fui en parte consciente porque cada paso que daba, se me clavaba en el corazón como una puñalada. Fui tonta por creer que ibas a cumplir tus promesas y aquí estoy después de un año esperándote. Esperando recibir tu llamada, tus mensajes y tu intención de volver a vernos. De pasar el día entero haciendo el tonto, comiendo chocolate y riéndonos por las calles. A veces me gustaría volver a verte para contarte todo lo que he conseguido mientras te esperaba. Que yo sí que cumplí mi promesa de tirarme en paracaídas, de ir a Barcelona y la más importante de seguir escribiendo y lo hago porque aún hay una mínima esperanza de que me sigas leyendo- aunque antes eso solo lo hacías tú-.


viernes, 29 de julio de 2016

Si algo he aprendido.


Si algo he aprendido a lo largo de mis diecinueve años es que soy una mujer valiente, que me adopto a todo. Si algo he aprendido es a luchar, a no darme nunca por vencida. Si algo he aprendido es amar y a dar todo de mí y que no puedes evitar que te destrocen el corazón. También aprendí a valorarme  y a quererme más tras cada caída. A sonreír, que no merece la pena llorar aunque muchas veces no lo podamos evitar. A respetar las ideas de los demás. He entendido que muchas veces las cosas no son como tú quieres, si no como vienen y que todo pasa por algo aunque en ese momento no lo entienda. He aprendido muchas cosas a lo largo de mis años, pero hay cosas que "vienen de fábrica" y no puedo cambiarlas –ni tampoco quiero-. Soy muy cabezona y un poco bipolar, no me gustan las cosas a medias. Soy exigente y busco valores que muy poca gente tiene. Pero si algo tengo claro en cuanto al amor es que mi hombre ideal es aquel que me demuestre sus sentimientos, me respete, me mime y comparta los valores que guían mi vida. Soy muy cobarde, muy de impulsos y tiendo a huir. Por eso necesito a mi lado un hombre que cuando me acojone y quiera irme, que no me deje, que me lo impida.
– Noelia Maestre.

miércoles, 13 de julio de 2016

Te elijo a ti.


Hoy alrededor de las 14:50 del mediodía decido que sí. Nunca ante me había atrevido a decir esto, pero hoy lo digo claro y fuerte. Digo si a intentarlo. Digo si a una nueva vida junto a ti. Digo si a ti. Sé que el estar contigo me va aportar muchas cosas buenas a mi vida así como muchas cosas malas. Pero me da igual porque quiero apostar por ti, por nosotros, por un presente y por un futuro. Creo que es hora de retomar el vuelo y te elijo a ti. Te elijo a ti porque tu antes me elegiste a mí. Porque estuviste escuchándome y aconsejándome por que querías lo mejor para mí aunque eso fuera estar al lado de otro y no contigo. Porque secaste todas mis lágrimas y reconstruiste todos y cada uno de mis pedazos. Porque me esperaste sin ponerme límite de tiempo- aunque eso nos llevase más de un año-. Porque sacaste las mejores de mis sonrisas. Porque de los momentos más tontos conseguiste que fueran los mejores. Podría seguir pero me tiraría días y días diciéndote todos y cada uno de los motivos por los cuales te elegí a ti pero el más importante de todos es que te fuiste metiendo poco a poco en mi cabeza y eso supuso una lucha continua conmigo misma por el deber y el querer y fíjate que al final pudo el querer por encima del deber. Así que como te podrás imaginar he renunciado a muchas cosas y no quiero echártelo en cara -ni mucho menos- porque tu no me pediste que dejara nada pero yo si te pido que cambies cosas de tu vida que no te hacen nada bien. Sé que suena demasiado egoísta pero debo pedírtelo. Quiero empezar una vida nueva y sana y cómo ves no hay lugar para las drogas y aunque parezca que no, lo que te pido también te beneficia a ti, porque sé que sin ellas estas mucho mejor -aunque ahora digas que no-. Y si no lo haces por ti, hazlo por mí. La droga no tiene hueco en mi vida pero si la dejas te entrego mucho a cambio. Te ofrezco una vida juntos -da igual el qué dirán- una vida un poco dura pero una vida feliz. Habrá un poco de distancia, mucho trabajo y algún viaje de vez en cuando -siempre que podamos-, risas, caricias, masajes y sonrisas. Momentos únicos e inolvidables así como tardes contándote todos los lunares de tu espalda o acariciándote todos tus tatuajes. No pretendo cambiarte, a cambio de una vida sana te ofrezco todo esto. ¿Qué me dices? Tú decides, si ser feliz conmigo o sin mí.
- Noelia Maestre

miércoles, 6 de julio de 2016

Porque ella y no yo.


-Nunca quise despedirme de esta manera, pero me voy así, sin hacer ruido por la parte de atrás. No eres tu enserio soy yo -se que suena a la típica frase de despedida pero no es cierto que fueses tu- no sé que me ha pasado que ya no me siento tus besos, no te quiero como antes y mucho menos como te mereces. Contigo todo fue perfecto hasta las discusiones pero voy a ser sincero me voy, me voy porque quiero ser feliz y contigo ya no lo soy. He conocido a una chica y… me hace sentir lo que hace mucho tiempo no siento contigo. Lo siento ojala puedas perdonarme. Un beso.




-pero qué coño es esto. ¿Es una broma? No joder Linda, no lo es... Se ha ido con otra y me ha dejado así sin más, era de esperar. Las cosas ya no estaban bien entre los nosotros pero no tuvo los santísimos cojones de echarle huevos y luchar por los dos. No, el cogió y se piro con la primera que paso por su vida. Joder que pocos cojones le echas a la vida. ¿Qué no soy yo que eres tú? Claro que eres tú, porque yo sí que afronto los problemas, los arreglo y estoy ahí siempre -no como tú que te acojonas y te vas-.¿Qué te da ella que no te doy yo? ¿Es más dulce, más cariñosa, con ella todo es mejor? ¿Cuánto llevas ocultándomelo? Espérate unos meses y ya me contarás. Que al principio todo es muy bonito, pero ya verás cuando ella descubra como eres tú, cuando tenga que aguantar tus problemas y tus mierdas… quizás sí, es lo mejor que te vayas por la puerta de atrás sin hacer ruido, que ya me contarás como te fue con ella, si aguanto todo lo que aguante yo. Mejor no me cuentes nada, que al igual que te fuiste por la parte de atrás sin valor a mírame la cara, tampoco quiero que vuelvas como si nada.

- Noelia Maestre.

miércoles, 29 de junio de 2016

Última carta.

Esta es la última carta que te escribo. Espero que para cuando tenga el valor de mandarla hayas comprendido cada mensaje oculto entre miles de palabras. Ojalá hayas aprendido a leer entre líneas y que de todo lo ficticio siempre hay algo real. En la mayoría de las anteriores cartas, solía haber una parte en la que hablaba de ti o de mí. Si de verdad has entendido cada palabra que escribí habrás comprendido que soy muy de impulsos –aunque eso ya deberías saberlo-, que soy muy valiente pero que al amor le tengo mucho miedo. Que soy muy cabezona – así que procura no llevarme mucho la contraria-. Que soy sincera, un poco celosa y sobre todo no me gustan las verdades a medias. Habrás aprendido que soy tímida,  que te he abierto el corazón –intenta no hacerle daño, que ya bastante ha pasado el pobre-, y que soy muy sensible por lo cual te pido que intentes decir las cosas con tacto. Habrás comprendido muchas cosas pero si te digo que yo si necesito verte casi todas las semanas supongo que eso no lo comprenderías… No comprenderías que aunque haya estado lejos siempre he sabido y me he preocupado de ti, que nunca fui valiente para llamarte en los momentos difíciles. No comprenderías que aprendí amar todos tus pedazos y que al intentar juntarlos me he cortado. Siempre espere que dieras tu el primer paso y creo que tu esperabas lo mismo por mí parte. No sé si entenderás que he vivido una guerra y creo que he ganado alguna batalla, aunque ahora como consecuencia me guste la soledad, quiero decir, más de lo que me gustaba.

No quiero decirte adiós con esta última carta, es más bien un hasta luego,  que ya me canse de esperar una respuesta que no llega pero comprendí en este tiempo que estamos hechos el uno para el otro pero quizás no para hoy.
- Noelia Maestre 

miércoles, 22 de junio de 2016

Ya no eras tú y ya nada era como antes.


La última vez que te vi marchar fue aquel día que decidiste poner punto y final a nuestra historia. Te fuiste con lágrimas en los ojos y tu vida ya nunca fue igual. Realmente pensé que esa sería la última vez que te volvería a ver pero no, aquí estabas delante de mí -igual que te recordaba–, tus ojos se clavaron en mi pupila y yo me puse a temblar maldiciendo la hora en la que había decidido salir de fiesta. Nos dimos dos besos –los más fríos que he sentido en la vida– y conversamos durante toda la noche. Eras totalmente diferente, ya no eras el chico del que yo me enamore ahora eres frío y distante todo lo contario a cuando estábamos juntos. Ahora sales de más fiesta, te juntas con otros amigos, te has mudado de casa, has cambiado el número de teléfono, tus ojos ya no brillan y hasta te vistes de manera diferente. No había nada del chico que prefería estar en casa jugando a la play, que soñaba con ser alguien grande en la vida, que su familia era su prioridad y que le brillaban los ojos cada vez que me veía. Nunca creí que en este tiempo hubieses cambiado tanto, las veces que te pensé creí que seguías siendo el chico dulce que hacía sentir a todo el mundo especial, que tus ojos seguirían brillando aunque ya no fuese por mí. Que vivirías en la misma casa porque la tenías un cariño especial –ya que allí te criaste– que habías terminado tus estudios y te habías convertido en ingeniero técnico. Me hubiera gustado encontrarme al chico que conocí, del que me enamoré pero el tiempo pasa y las personas cambian, y ambos cogimos un camino diferente y eso es lo que nos ha hecho ser como somos. Supongo que lo que me hubiese gustado encontrarme es difícil por no decir imposible. Ni te imaginas las veces que soñé con volver a verte y que algo sintieras por mí, pero ya veo que no…  Ya no eras tú  y ya nada era como antes.
- Noelia Maestre

jueves, 16 de junio de 2016

Se me ha ido de las manos.


Me encuentro llorando sobre este papel en blanco, bajo la oscuridad de la noche. Quizás estoy más sensible o puede que mi límite de fuerzas se me este agotando y necesite recargar la batería.
Estoy escribiendo por no poder gritar a los cuatro vientos este tremendo sentimiento. No sé cómo ni cuándo comenzó todo esto, lo único que sé es que me enamore de tu sonrisa y de tu vida.
Yo, que no podía quererte termine queriéndote, perdí el control de mi corazón y no veas que coraje me da el no poder controlar mis sentimientos.
No sabes lo jodido  que es verte y tener que darte dos besos cuando en realidad lo que quiero es darte un buen beso. No tienes ni puta idea lo que me duele fingir que no te amo, que solamente te quiero y disfrutar de ese instante en el cual tus ojos penetran en los míos. Deberías saber que ese minuto lo recuerdo durante meses. No te puedes imaginar lo que es tener que luchar contigo misma por lo que me gustaría hacer y lo que hago. Escribo porque no sé cómo explicar lo que significas para mí y lloro porque así me desahogo. Escribo porque se me fue de las manos esto… de QUERERTE.

- Noelia Maestre.





viernes, 10 de junio de 2016

Al borde del abismo



¿Alguna vez habéis sentido que estáis al borde del abismo? Pues  en mi vida eso es constante -se repite una y otra vez- y es que parece que no aprendo. Muchas veces he estado al filo de la navaja y me he acabado cortando y mira que me lo han advertido veces pero yo no hago caso –pues soy una cabezona-. Y es que me da igual porque las heridas siempre se curan y un día dejan de sangrar aunque la mayoría de las veces quedan marcas para el resto de nuestra vida. Al principio duele, luego ya no tanto -con el tiempo se va calmando- y al final no duele. Pero lo que siempre, siempre se queda es el recuerdo. Contigo me la juego, me pongo al borde del abismo -y eso que me han repetido miles de veces que no me convienes-, te entrego mi corazón y mi alma y lo hago aun sabiendo que jugaras conmigo y con mis sentimientos. Realmente me gusta pensar que no vas a jugar, esta vez al menos no, pero eres un aficionado y supongo que no dejaras pasar esta oportunidad. Pongo la mano en el fuego y no me quemo. No me quemo porque sé cómo eres, eres de pasar un rato con una y con otras, de ir flor en flor. Espero que algún día llegue una que te vuelva loco y ponga patas arriba tu mundo, así comprenderás como las dejas tú a ellas, pero eso sí espero que no se vaya como haces con todas. Y para ser sinceros pues no niego que me gustaría ser yo la que consiguiera llegar al fondo de tu corazón y volverte loco de remate pero creo que eso no es posible.  Pero aun así y sabiendo todo esto me la juego por ti. Si sale bien serás un presente y un futuro en mi vida y si sale mal serás un recuerdo, al menos un recuerdo.  Yo decido ponerme al borde del abismo -ya ves parece que no me canso de caer una y otra vez- así que si sale mal te pido una única cosa, coge carrerilla y con toda tu fuerza empújame hacia el fondo del abismo porque prefiero sufrir de golpe a ir cayendo poco a poco e ir sufriendo con cada embestida.
- Noelia Maestre

martes, 7 de junio de 2016

Llámame que yo no puedo.


Han pasado exactamente 31 días desde la última vez que te vi. He intentando verte de todas las maneras posibles y no ha podido ser. He pasado exactamente 18 veces por la puerta de tu casa pero no he llamado al timbre porque tu coche no estaba.  He ido a lugares pensando que podrías estar y me he vuelto desilusionada al ver que no estabas. ¿Dónde te has metido? Me tienes preocupada. He pensado exactamente 31 noches en ti. He llorado creyendo que ya no piensas en mí. He pensado todos y cada uno de los recuerdos que hemos vivido juntos y sabes una cosa... te echo de menos. Muchas veces parece que paso de ti, pero no es así es solo que decidí poner un poco de distancia porque veo que cada día te echo más en falta. He revisado tus redes sociales y veo que estas bien, comentas fotos y le das “me gusta” a un par de chicas y no veas como odio eso de que le des “me gusta” a otras y no solo a mí. He intentado llamarte pero ya has podido comprobar que todos mis intentos fueron fallidos y la verdad es que tengo miedo aunque tú no sepas el porqué. Así que si estás leyendo esto, llámame por que como ves… yo no puedo.
- Noelia Maestre.

jueves, 2 de junio de 2016

Mamá.




Somos conscientes de que las personas no son eternas pero tú deberías serlo mamá. Y deberías serlo por darme la vida, por cuidarme y mimarme, por estar ahí las 24 horas del día, por estar cuando era pequeña, por estar ahora y porque sé que estarás mañana. No sé cómo, ni de qué forma agradecerte todo lo que has hecho por mí- y que sigues haciendo- y no tengo vida suficiente para agradecértelo como te mereces. Muchas personas tienen madre pero yo tengo la suerte de tener madre y amiga en la misma persona. Gracias por enseñarme a ser como soy, por consolarme en los momentos duros, por estar a mi lado en las decisiones difíciles, por ayudarme, por aconsejarme y por muchas cosas más. Te acuerdas de estos momentos: ¿Del día que tenía que hacer unas estrellas en un papel para clase de plástica y te quedaste toda la noche haciéndolo porque a mí no me salían? ¿Todas las tardes que pasabas sentada a mi lado en la mesa del salón para que hiciera los deberes? ¿Cuándo estaba enferma y dormías conmigo? Hay miles y miles de momentos como cuando te llamaba por teléfono y venias a buscarme – daba igual donde estuviese ni la hora que fuera – o cuando me llevabas a los cumpleaños. Me encanta recordar todas las risas a tu lado y esos bailes que nos pegábamos – y nos seguimos pegando– porque tú eres lo más bonito que existe. Supongo que muchos no entenderán que no puedo permitir que te vayas sin tener que irme yo contigo. Yo te necesito aquí mama. Nunca me he atrevido a gritar algo así, pero cuando ella se enferma mi vida se convierte en lágrimas. Con ella se ha cebado la injusticia. Ella es mi debilidad y por eso aún me siguen doliendo todas las lágrimas que has derramado por culpa de otros y eso no puedo olvidarlo y mucho menos perdonarlo. Contigo la palabra felicidad se queda corta.  Somos tan orgullosos que no somos capaces de darles las gracias por todo lo que hacen por nosotros, por aparcar su vida a un lado y dedicarse a hacernos felices. Supongo que yo soy un poquito menos orgullosa que el resto, porque lo aprecio y lo valoro. Ojala que todos y cada uno de nosotros cuando ellos sean viejecitos podamos devolverles tan solo un poquito de lo que ellos hicieron con nosotros.
– Noelia Maestre

viernes, 27 de mayo de 2016

Dudo mucho que a estas alturas siga viva en tus recuerdos


Hace tiempo que no te escribo pero no te preocupes, estoy bien, solo he estado un poco triste. He pasado una época bastante mala y la verdad aunque ya estoy mejor no logro entender porque lo hiciste, porque decidiste dejarlo todo pero bueno ya he empezado a asumirlo.  Te escribo para desahogarme  y pedirte una explicación –aunque ya sé que hablar y expresar tus sentimientos nunca fue lo tuyo- pero no la habrá. Deje de escribirte porque no podía soportar el dolor que sentía en el pecho y cada vez que encendía el ordenador las lágrimas rodaban por mi cara -y no había quien pudiera pararlas- porque sabía que iba a ver una foto tuya puesta de fondo de pantalla asique decidí no encenderlo durante un tiempo. Pase días en la cama y tus recuerdos me martirizaban –supongo que no quería que te olvidara-. Guarde todos tus regalos en una caja para así intentar hacer más leve el saber que no estás y que nunca más estarás, pero no ha funcionado ¿sabes? Aun me sigues doliendo. Te llore lo inimaginable y fíjate que casi se me inunda la casa. Ya ves, he pasado una etapa bastante mala y ahora que estoy mejor vuelvo a escribirte. Quiero que sepas que sigues siendo muy importante para mí. Que tus recuerdos no paran de viajar por mi cabeza y parecen que no se quieren marchar y yo… precisamente tampoco quiero echarlos. Me encantaría saber de ti, como te van las cosas en fin… me conformaría con un simple “hola” porque significaría que aun sigo algo presente en ti. Si algún día mis recuerdos deciden ir y hacerte una visita inesperada, hazme un favor y no le pegues un portazo. Recuérdame por lo que fui, mejor dicho por lo que fuimos aunque dudo mucho que a estas alturas siga viva en tus recuerdos.



lunes, 23 de mayo de 2016

Sé que soy un caso perdido pero por favor nunca dejes de buscarme.


Tú y yo pudimos ser un nosotros que nunca fue- y todo por mi culpa-. Jugábamos a buscarnos y encontrarnos pero a mí me gustaba más la idea de buscarnos, encontrarnos y desaparecer. Desaparecía durante bastante tiempo –como si me hubiese ido de viaje– y no daba ni señales de vida. Realmente volvía porque sabía que estarías esperándome y eso me daba la vida. Volvíamos a jugar y desaparecía así sin más.Pasaron meses así y cuando volví no estabas para encontrarme, ya no estabas para jugar al que se convirtió en mi juego preferido. Debí de darme cuenta que así no podía ser, que cualquier día te aburrirías de esperarme pero yo volvía y desaparecía infinidad de veces sin ser consciente que estaba jugando contigo y con tus sentimientos. Supongo que te cansaste de esperarme, de que me fuera sin ningún motivo y lo peor de todo sin darte una explicación. Te cansaste de mí, de que jugara con tus sentimientos cuando realmente nunca quise hacerlo, pensaba que tú también jugabas pero solo jugaba yo. No se supongo que me gustaba el saber que hay estabas, que nunca te cansabas por más veces que me fuera, pero anoche me di cuenta de que había acabado nuestro juego y fui consciente de que te fuiste, que no me esperaste, que ya no estabas. Que habías empezado a jugar con otra chica y no veas cómo me revienta eso, es que me estoy desgarrando por dentro. Así que como puedes comprobar, he perdido en mi juego favorito, que de tanto estirar la cuerda se acabo rompiendo y no veas cómo lo siento. Ojala pudiese volver atrás y decidir solo echar una partida –buscarnos y encontrarnos–. Ojala así hubiésemos sido un nosotros. Deseo con todas mis fuerzas que te enteres que soy consciente, que ya me he dado cuenta, que ya no quiero jugar más y decidas volver. Sé que soy un caso perdido pero por favor, nunca dejes de buscarme.
- Noelia Maestre.


viernes, 20 de mayo de 2016

Quiereme



Sé que no soy tu chica ideal, que no mido 1.70, ni mucho menos tengo un cuerpo 10. Sé que no soy tu tipo- o eso es lo que pienso yo-. No me gustan los tacones y nunca me los pongo -es más es que los odio-, suelo llevar vaqueros en lugar de vestidos y llevo maquillaje por días así que como ves no soy perfecta-ni quiero serlo, soy yo y eso es muchísimo mejor-. Puede que de la nada me ponga a llorar y no sepas el porqué así que te pido que intentes secarme todas y cada una de las lágrimas que corren por mi cara como si estuvieran en una carrera. Tengo un carácter de la ostia y sé que a veces puedo ser odiosa, prepotente y hasta en los días malos puedo ser bastante subnormal. Puede que te conteste de malas formas cuando tú solo querías ayudarme pero no me lo tengas en cuenta y es que dicen que pagamos siempre todo con la persona que menos se lo merece- y qué razón tienen-.Sé que soy celosa y hasta un poco posesiva. Pero quiéreme, quiéreme porque siempre voy a estar en las buenas y en las malas, porque siempre procuraré sacarte una sonrisa, porque hasta en los días malos serán un poquito menos malos porque yo estaré para escucharte y si no quieres hablar no te preocupes que me sentare contigo en silencio. Quiéreme porque si un día decides no salir, me presentare en tu casa y pasaremos la tarde juntos. Quiéreme porque tengo unos puntos de la ostia, porque se escucharte, quererte y mimarte. Quiéreme porque procuraré verte feliz en todo momento, porque nos echaremos esos bailes –que tanto me gustan-. Quiéreme porque me gustaría hacer de los domingos sofá y manta un día especial para nosotros. Quiéreme porque siempre para ti tengo buenas palabras. Quiéreme porque apuesto por ti, por un nosotros aunque a mi precisamente no me venga nada bien. Y no  es que no me vengas tu bien si no que estar contigo me traería problemas pero quiéreme, porque si yo apuesto por ti me merezco que tu apuestes algo por mí. Quiéreme aunque sea algo porque yo a ti sí que te quiero.
- Noelia Maestre





miércoles, 18 de mayo de 2016

No te necesito



Hace tiempo que dejamos de ser nosotros y nos convertimos en un tu y yo pero por separado. Realmente pensé  que esto podría funcionar el resto de nuestras vidas pero después de todo me di cuenta de que no. De que la desconfianza pudo conmigo y como consecuencia con nosotros.  Ya no podía dejar de darle vueltas a la cabeza y siempre resonaba en mi mente la  misma pregunta ¿Y si también te ha mentido en otras cosas? Y siempre la misma respuesta no te habrías enterado, pero por más que me intentaba convencer más dudas me venían.  ¿Acaso no pudiste ser sincero? Quizás ahora seríamos un nosotros pero tú decidiste ocultar un par de cosas  que el tiempo hizo que me enterara. ¿Pensabas que no me enteraría? Que imbécil  fuiste al pensar eso.  He de decir que no eran mentiras  graves pero para mí lo suficientes para crear esa desconfianza. Contigo fue todo perfecto, con sus más y con sus menos, con sus discusiones y sus respectivas reconciliaciones, contigo fui realmente feliz durante un año y medio.  Éramos la típica pareja perfecta que un día dejamos de serlo. ¿Recuerdas cuanto tiempo hace que no nos vemos? Yo no lo recuerdo y supongo que tu tampoco.  Lo que sí recuerdo como si hubiese sido ayer cuando todo termino y la frase tuya “me necesitaras y por eso volverás”. Pues no, no te necesito. No necesito tus besos, tus abrazos, ni esas tardes a tu lado viendo películas o echándonos unas risas. No te digo que al principio no lo echara de menos pero lo que realmente echaba de menos era a ti, a todos los recuerdos que fabricamos juntos, a las llamadas a deshoras y a todos los planes que nos quedaban por hacer. Pero hace mucho tiempo que eso paso a formar parte del pasado y ya no, ya no  necesito que me abraces, que me beses, que me digas que me has echado de menos, que has pensado toda la noche en mí, ni que me hagas reír.  No lo necesito para ser feliz ni mucho menos para vivir. ¿Tiraste todos los recuerdos? No, no lo has hecho-. Te conozco demasiado bien y sé que no quieres borrar una etapa tan bonita de nuestras vidas-. Ayer mirando un cajón encontré una cajita- que hacía mucho tiempo que no habría- y todos los recuerdos volvieron a mi mente. Sé a ciencia cierta que te han hablado de mí, de cómo me va, que le he echado huevos a eso de escribir y que sigo asistiendo a clases. Y lo sé porque a mí también me han hablado de ti. No se si me echarás de menos, si te habrá dado por dibujar, si sigues llevando mi collar pero lo que si se es que te va bien. Si te fuera mal también me enteraría pero sé que no es así. Sé que tienes nuevo trabajo, que has conocido nuevas amistades y a una nueva chica. Solo quiero que sepas que deseo con todas mis fuerzas  que ella encuentre  donde tienes las cosquillas, que te cante la canción que te tanto te gusta. Que no te despierte por las mañanas y que sepa como de dulce te gusta el café. Que de vez en cuando se eche tu colonia para ir a verte y que te susurre al oído que te quiere. Realmente deseo que seas feliz, como yo lo soy sin ti.

- Noelia Maestre

martes, 17 de mayo de 2016

Arriesgate a enamorarte


Si nos da miedo el amor es porque más de una vez nos han hecho daño. Cuando se supone que llega la vencida, nos damos por vencidos y decidimos no arriesgarnos a luchar por amor. Pensamos que para que vamos a tirar por la borda todo lo que hemos conseguido desde que nos dejaron. Cuando se fueron, nos quedamos hechos trapos, rotos, vacíos e incompletos y con el paso del tiempo nos fuimos curando todas y cada una de las heridas que nos dejaron abiertas y no paraban de sangrar. Nos ha costado la vida cerrar cicatrices, sentirnos llenos y hasta comprendidos que pensamos que nada ni nadie merece que tiremos por la borda todo lo conseguido. Pero dejame decirte que esas cicatrices siempre serán tuyas y nadie te las va a poder curar tanto que ni se noten. Que ya nos da miedo hasta ilusionarnos porque sabemos que es lo que viene después, no queremos dejar entrar a nadie en nuestro corazón, en nuestros sentimientos, en nuestra cabeza y menos en nuestra cama. No queremos pasar por arreglarnos para que nos vean guapos para esa persona especial, ni pasar buenos ratos con esa persona, ni mucho menos las tardes de domingo sofá y manta. Pero chicos esto no es vivir, no podemos cerrar la puerta a todas y cada una de las personas que nos hagan sentir especial el resto de nuestras vidas, debemos cerrar etapas y abrir otras nuevas, no debemos pensar que esta vez todo será igual. Hay que tener cojones para querer enamorarse de una persona rota, pero a todos nos gusta que vengan y nos salven como si fueran un jodido salvavidas. Hay que arriesgarse aunque creamos que va a salir mal, vivir lo que haya que vivir con esa persona, sentirse especial, tenerla en nuestra mente y poder llegar al cielo. Si sale mal, que más dará, al menos hemos sido felices durante ese tiempo y si ya nos hemos curado unas veces ¿no vamos a poder otra?  Claro que sí, el amor ese tren que arrolla cuando menos te lo esperas, tenemos que ir corriendo y subirnos en él, nos tenemos que arriesgar y si nos tenemos que bajar en alguna parada aunque no sea la parada que tú deseas, hazlo, bájate, no pasa nada que ya llegará otro tren y podrás llegar hasta el destino deseado pero mientras hay que   quedarse con lo vivido…

- Noelia Maestre




Ella es.



Muchos se preguntan cómo es ella. Bien, pues ella es valiente. Pero no una valiente cualquiera. Una valiente que lucha por ser feliz. Ella es cabezona de esas que se les mete algo entre ceja y ceja y no para hasta conseguirlo aunque se le vaya media vida en ello. Se levanta todos los días con una sonrisa en la cara, da igual si ha pasado la noche llorando o a dormido como los angelitos. Ella coge se levanta y directamente pone una sonrisa en la cara porque es de las que piensa que hay que generar felicidad para luego poder recibirla. Aunque también tiene sus días malos, esos días que no quiere hablar con nadie y que cuando llora, llora hasta quedarse vacía. Ella es bipolar, una chica de extremos o te quiere o te odia, o estas con ella o contra ella, o es blanco o es negro porque para ella los grises no existen. ¿Cómo van a existir? si no estás con ella ni contra ella no eres de su bando ni de sus contrincantes eres de los del medio, de esos que no conoce y puede que nunca los llegue a conocer. Ella es sincera, le duela o le guste a quien lo tenga que escuchar. Te dice las verdades  como puños porque es de las que piensan que más vale una verdad que duela a una mentira que ilusione. Aunque algunas veces se calla las verdades por no hacer daño a las personas que tanto quiere. Ella es amiga pero amiga de las de verdad, de las que apuesta por ti aunque ni tú misma lo hagas. De esas que te escuchan aunque le hayas contado la misma historia una y otra y otra vez. De las que da consejos y procuran verte feliz. Aunque se tire meses sin verte sabes que puedes contar con ella, que siempre está ahí en las buenas y en las malas .Cuando ella se ilusiona lo hace hasta las trancas y cuando se enfada ¡ay cuando se enfada! Puede soltar sapos y culebras por esa boquita pero ella enseguida se arrepiente aunque su orgullo no le permita reconocerlo. Ella es dulce, tanto como un caramelo  pero también demasiado sensible, tanto que hasta la mínima tontería la afecta aunque haga como si nada la importara. También es fuerte, ha pasado y ha vivido cosas tan duras que ni os la podéis imaginar, pero ella muestra sus cicatrices de la guerra, no procura esconderlas, porque si las tiene es porque ha luchado por lo que quiere. Ella es enamoradiza y también es celosa, lo es porque no quiere perder lo que tanto la hace feliz. Ella es así perfecta en todas y cada una de sus facetas. Y si alguien de los que está leyendo esto me conocen saben que lo que he escrito es totalmente cierto porque ella, ella soy yo.

- Noelia Maestre