miércoles, 28 de septiembre de 2016

Siempre vuelves a mí.


Vienes, te vas, vuelves a venir y te vuelves a ir.  Y así pasan los meses entre tú, yo  y muchas otras. Vienes me dices que me quieres que nunca debiste marcharte, te quedas un tiempo y te vas. Te vas como si nada, estas con otras un par de meses y vuelves a mí diciendo que me has echado de menos, dices cuatro palabras bonitas que me creo, me besas nos besamos y todo comienza de nuevo.Te vuelves a ir y lloro por tu ausencia.
Y lo malo no es que vuelvas si no que te permita quedarte aun sabiendo que has besado a muchas otras y siga pensando que puedo cambiarte. Ojala fueses como los primeros meses, ojala te dieras cuanta todo lo que hice por ti, todo lo que te ayude  y todo lo que quiero. Cuando todo va bien te vuelves a ir, dices que no te importo una mierda y que con otras todo es mejor. Entonces ¿porque vuelves a mi?
Cuando te cansas vienes me dices que lo sientes, que no lo pensabas y que ellas no son yo. Claro que no son yo, ellas  no aguantan tu mierda como lo hice yo y lo peor de todo es que te quiero cambiar, quiero que dejes de ser el tipo en el que te has convertido y creo que lo puedo conseguir cuando ni tú mismo quieres ser el que eras antes.
Hace un par de días que me he dado cuenta que ya no vas a jugar conmigo, que has perdido chaval. Que no veas como duele el tener que soportar todo esto, que te vayas y vuelvas.Que no me compensa que vuelvas, estemos un par de meses bien y te vuelvas a ir dejando todo patas arriba. Que parece que soy gilipollas por pensar que me querías, por creer todas esas palabras que me decías, por llorar tu ausencia y pensar que he hecho esta vez mal para que te vayas, cuando en realidad yo nunca hice nada para que te marcharás. Que te ibas porque te daba la gana y sabias que yo siempre te espera. Vuelve, vuelve si quieres pero ya no te permito quedarte.
- Noelia Maestre.

martes, 20 de septiembre de 2016

Jugué con tus sentimientos.


Sé que con mi indiferencia te hice daño y supongo que te debo una explicación. 

Creo que no estuve preparada para enfrentarme de nuevo al amor, en el pasado me hicieron demasiado daño y para ser sinceros tengo miedo, miedo a que me vuelva a pasar lo mismo, ya que me dejaron con una autoestima tan baja que ni se me pasa por la cabeza empezar otra relación.

Supongo que soy como el perro del hortelano que ni come ni deja comer, no quiero que estés con otra pero tampoco te doy la oportunidad de estar conmigo. Realmente quiero pedirte perdón pues se que fui una egoísta, no tuve en cuenta tus sentimientos, solo me preocupe de mi, de que tú me dieras la vida, me sacarás aunque fuera un poquito del pozo en el que andaba metida, pero es lo que he aprendido a lo largo de mis relaciones que si no miras por ti, nadie más lo hará y ojala que algún día deje de ser la persona en la que me he convertido, una persona fría y sin escrúpulos.

Sinceramente pensaba que tú podrías conseguir sacarme totalmente de el pozo y me convertirías en la niña dulce que hace años conociste pero a la vez tenía demasiado miedo, por si tú también me hacías daño y destrozabas aun más los trozos de mi corazón y tampoco quería que derrumbaras la fachada que tanto trabajo me costó levantar. 

Así que gano el miedo y con él nos jodí a ambos, a ti por dejarte seguir detrás de mi aun sabiendo que lo nuestro a día de hoy no podía ser y a mí por no ser valiente y arriesgarme, a lo mejor realmente tú si que conseguías que volviera a ser la que era, esa que deseo con todas mis fuerzas todos los días que vuelva.

No se querer si no es a mi manera. Tenía que huir para evitar mi autodestrucción y al final te destruí a ti. Lo siento y espero que puedas perdonarme.
- Noelia Maestre.

lunes, 5 de septiembre de 2016

No me merecías.


Echo de menos ese silencio. El silencio que calla y que no inquieta. Echo de menos encontrarte en cada esquina. Echo de menos pasar noches acurrucados en la cama, con ese silencio que nos hacía pensar y creer que nosotros estábamos hechos el uno para el otro.  

Amor porque decidiste cometer aquel “desliz” por llamarlo de alguna manera. Éramos tan, pero tan felices o al menos eso pensaba yo. Ojala pudiera volver atrás y no dejarte salir esa noche. Pero pensándolo bien ya eres mayorcito para ser consecuente de tus actos y supongo que si no lo hubieses echo esa noche lo habría hecho cualquier otra.

Lo que más me dolió fue no enterarme por ti, pero que ilusa fui, yo sabía que algo raro estaba pasando porque no actuabas como solías hacer.


Este tiempo he pensado que todo lo que paso fue porque yo no te merecía, porque para quererte yo no estaba a tu altura, que jamás podría darte lo que tú me pedias. Pensé que no te merecía, que alguien como tú no podías estar con alguien como yo.


 ¿Cómo cambie eh? Maduré de repente, cambie mi forma de vestir, de hablar y hasta adelgacé. Me convertí en la persona que a ti te gustaba y aun así no te merecía, o eso creía. En cambio tú, tu seguías siendo aquel chico infiel, que le daba igual estar con una, con otra, o con varias. Jamás cambiaste nada de ti.

Realmente me culpé a mi por tus actos indecentes, pero la culpa solamente la tienes tú, por no saber valorar a la persona que tienes al lado, por no importarte cambiar una relación por un polvo, y no, no es que yo no te mereciera, es que tu no me merecías. No merecías que estuviera pendiente de ti las 24 horas del día, que hiciera todo lo posible para estar juntos. No merecías que te diera lo mejor de mí. Ahora me arrepiento ¿sabes? No debí de cambiar nada de mí, pero ya somos los dos mayorcitos para hacernos cargo de nuestros actos.
- Noelia Maestre